35 años como cronista oficial de Guarromán

El cronista oficial de Guarromán junto a un busto de su rey fundador Carlos III

Hay dos vanidades que sin pudor suelo ejercer en público. Una, mi condición de ex fumador con más de tres decenios de antigüedad en el gremio de los anicóticos la otra, el ejercicio no remunerado de los menesteres propios del cronista oficial de Guarromán, desde hace ya tres décadas y media. Y ruego me disculpen el asomo de inmodestia, pero en el hecho de no fumar –sin amargarle la vida a los todavía fumadores–, y en la oportunidad de poder escudriñar, vaticinar y escribir lo que fueron, son y pretenden ser mis convecinos como pueblo, sin más recompensa, por un lado, que no toser por las mañanas, y sin otra satisfacción, por el otro, que no perder el sentido del esfuerzo gratuito en pos de la comunidad que me soporta –y viceversa–, encuentro el mejor equipaje para acabar de saltar la barrera de los sesentones con el mismo estado de ánimo y compromiso que cuando pasé la de los veinteañeros, eso sí, algo más sobrado de arrobas, con las sienes pintando plata, y un poco más de hierro lastrando  el corazón.

En los casi cincuenta años que hace que cumplí los veinte, he tenido la oportunidad de conocer profesionalmente a algunos individuos tan pobres que sólo tienen dinero, que diría la sin par Gloria Fuertes. He conocido también a algunos mozuelos imberbes sin otro sueño que llegar a lo peor de sí mismo atiborrados de pasta dineraria, que, con la arrogancia al uso en el Imperio, te llaman gilipollas porque te obcecas en ponerle remedio al celemín de mundo que te ha tocado padecer o disfrutar, según se mire y soplen los vientos. A mi generación —yo también nací en el cincuenta y tres; yo también crecí con el Yesterday — nos amamantaron con leche en polvo americana en ubres tartesas, fenicias, romanas, visigodas, moras, judías y cristianas, y tal vez sea por ello por lo que los de mi generación —yo también nací en el cincuenta y tres; en todo he sido aprendiz; como tú sintiendo la sangre arder me abrasé sabiendo que iba a perder–, sentimos alergia a los burger de comida rápida y aprendimos a matarle el sabor a la Coca Cola con el ron de la rebeldía.

Eso sí, la leche no se nos agrió, ni nos afloró la mala uva del perro viejo, ni se nos heló la sangre gorda del diablo joven. y una vez resuelto el asunto del plato de lentejas diario, sin haber muerto en el intento, fue inevitable preguntarse por el además que la vida ofrece, y a poco que te lo hayas propuesto acabas dándote cuenta que el además de la vida  no es otro que la vida misma en toda su extensión de gratuidad y solidaridad, como el sol, la luna y el aire, antes de que algún avispado, máster en sacaliñas para más señas, descubra la forma de cobrarnos los rayos que Febo nos regala cada mañana para que leamos plácidamente el periódico. No sé si el remedio al todo vale de la llamada cultura corrupta del pelotazo, pudiera estar en resucitar a don Quijote de las bibliotecas y hacerlo cabalgar por los pueblos de España, plantándole batalla a tanto gigante, que haberlos haylos, que a modo de molino hace girar sus brazos al aire más insolidario y más indecente. Sería el nuevo «Don Quijote de la Catarsis» que, a propósito de los menesteres del cronista oficial, y por comenzar a barrer por los rincones propios, nos deja dicho: «Debiendo ser los historiadores puntuales, verdaderos y no nada apasionados, y que ni el interés ni el miedo, el rencor ni la afición, no les hagan torcer el camino de la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo porvenir«.

Salvador de Magariaga nos habló de un cronista con reúma articular —es decir, según él, el reúma que te incita a escribir artículos— sentado a la orilla del río de los sucesos. Los cronistas oficiales nos sentimos pagados con que nos dejen cerca del costado que más le duele a Jaén, ¡y no saben cómo y cuánto le duele! Será por ello por lo que siempre andamos tratando de esconderles las lanzas a la legión de Longinos que como moscas pululan por este calvario de olivos.

© José María Suárez Gallego

Publicado el viernes 23 de julio de 2021 en Diario JAÉN

Premio Cultura Gastronómica

En la vid, el trigo y el olivo se encuentran las raíces de la cultura del Mediterráneo

Recibir un premio siempre gusta y te anima. Sobre todo, cuando viene desde una institución como Diario JAÉN y se entrega en la comarca en la que vivimos y trabajamos por ella, en Sierra Morena.

Son municipios que están implicados en la historia de la Cuchara de Palo: Guarromán, por el nacimiento de la orden; Carboneros, donde entregamos nuestros premios en los últimos cuatro años, y La Carolina que es donde se celebra el acto gastronómico de los premios de La Cuchara de Palo”.

Estas son las palabras de José María Suárez Gallego, cronista oficial de Guarromán y presidente, maestre prior de la Muy Ilustre y Noble Orden de los Caballeros de la Cuchara de Palo, que recibe el Premio Cultura Gastronómica.

Añade que recibir el galardón Reino de Jaén le supone una doble satisfacción, “por ser premiado en la comarca en la que surgió la Orden, que se apoya en la historia de los colonos que vinieron en el siglo XVIII”.

Suárez Gallego recuerda que la protohistoria de La Cuchara de Palo surgió el 24 de diciembre de 1983 en Guarromán. Un grupo de amigos nos reunimos a comer el almuerzo del día de Nochebuena de forma fraternal. No éramos parientes pero sí formábamos una familia en nuestros trabajos cotidianos en Guarromán, de ahí que eligiéramos la comida de un día tan señalado para reunirnos, reservando la cena para la llamada familia de sangre. Pero, como él, además, es cronista oficial de Guarromán, en una investigación que hizo en el Archivo de Simancas localizó un documento en el que el superintendente de Carlos III, Pablo de Olavide, mandó que los alcaldes pedáneos se eligieran el día 24 de diciembre a las tres de la tarde.

Eso coincidía con lo que nosotros, sin saberlo, veníamos haciendo”, precisa José María Suárez Gallego. Realmente, debía ser una fiesta, apostilla, ya que la matanza estaba recién hecha; la cosecha de aceituna, que en el siglo XVIII era mucho menor que la que hay ahora, estaba acabada e, incluso, el vino de la uva vendimiada en septiembre, ya estaba en su punto.

Si se unen estos aspectos, aquellos colonos que iban a la casa del alcalde saliente, se quedaban a comer allí. Cada cual portaba su cuchara, que era de palo. Cuando los franceses intentan suprimir el fuero otorgado por Carlos III, los colonos reivindican sus derechos forales, y uno de ellos era no ir al ejército, levantando sus cucharas de palo, las que llevaban para elegir a sus alcaldes.

Toda esa historia se hila y permite que el 10 de marzo de 1990 naciera la Muy Ilustre y Noble Orden de los Caballeros de la Cuchara de Palo, sin otros fines que defender la cultura del olivo, como árbol de la paz, y defender el santo y seña de nuestra cultura gastronómica que es el aceite de oliva virgen extra”.

En este caso, la defensa del aceite y del olivo la hacen con la cuchara de palo.

Fuente: Real Asociación Española de Cronistas Oficiales

José María Suárez Gallego, Premio a la Cultura Gastronómica, de Diario Jaén

Homenaje del Ayuntamiento de Guarromán al Cronista Oficial por sus 30 años en el cargo

ALCALDE Y CRONISTA  CON PLACA

Alberto Rubio, alcalde de Guarromán, entrega la placa conmemorativa al  cronista oficial.

PALABRAS SOBRE JOSÉ MARÍA SUÁREZ GALLEGO AL CUMPLIRSE 30 AÑOS COMO CRONISTA OFICIAL DE GUARROMÁN, PRONUNCIADAS POR ALBERTO RUBIO, ALCALDE DE GUARROMÁN.

 

Paso a presentar a una persona que sin ser nacido en Guarromán, ha trabajado por este pueblo más que muchos que son de aquí.

Este señor llegó a Guarromán en 1981 acompañando a su esposa a su pueblo. Desde que llegó no quiso ser uno más, ya que en su cabeza bullían cientos de ideas. Yo siempre le digo que ya lo tiene todo pensado, ya que de cualquier tema que tratamos automáticamente nos da su razonamiento elaborado, cosa la cual a mí me fascina al mismo tiempo que me admira.

Ha trabajado toda su vida en la antigua Caja de Ahorros de Ronda, actual Unicaja, donde llegó a ser Formador y Analista de Organización.

Lo nombraron Cronista Oficial de Guarromán en 1986, aniversario que hoy nos ocupa por sus 30 años en este cargo, pero además es Socio de número de la Real Asociación de Cronistas Oficiales (RAECO) (1986). Consejero de número del Instituto de Estudios Giennenses (1998), Cofundador de la Asociación Provincial de Cronistas Oficiales “Reino de Jaén” (1998) Decano de los Cronistas Oficiales de Sierra Morena. (2011)

No solo le interesaba la historia de las Nuevas Poblaciones, sino que ha tenido tiempo de ser el Fundador y Presidente Maestre Prior de la Muy Ilustre y Noble Orden de los Caballeros de la Cuchara de Palo. (Desde 1990) Coordinador gastronómico de los III, IV, V y VI Encuentros internacionales de la cocina del aceite de oliva virgen extra. (2005, 2006, 2007 y 2008) y actualmente Presidente de la Junta Rectora del Parque Natural de Despeñaperros (2014)

Tiene muchas publicaciones en su haber entre las que nombraré:

Ha formado parte del equipo de redacción de la magna obra “Jaén: Pueblos y Ciudades”, en la que ha escrito y documentado las secciones de cultura tradicional, viajes y gastronomía. (1996), Guía de la Gastronomía de Jaén. Diputación de Jaén. (2007), Guía de la Gastronomía del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas. Diputación de Jaén. (2011)

Publicaciones editadas por el Ayuntamiento de Guarromán y el Seminario de Historia y

Cultura Tradicional “Margarita Folmerin”:

Colonos, vecinos y forasteros de la real población del sitio de Guarromán. 1767-1781 (1988)

— Fuero de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía y otros documentos complementarios (1992 y 1997)

La organización político-administrativa de Guarromán durante la vigencia del Fuero (1767-1835: Los alcaldes pedáneos. (2001) Pablo de Olavide, las tabernas, el vino y los colonos de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía. (2003)

Articulista asiduo de Diario Jaén Asesor y guionista de contenidos del capítulo dedicado a Jaén de la serie Un país para comérselo, de TVE (2011)

Actualmente está jubilado, lo que significa que si estando trabajando ha realizado todo esto y lo que se queda en el tintero, habrá que temerle a partir de ahora que tiene más tiempo.

Yo habitualmente le digo que estando a su lado me siento como Adso de Merk al lado de Guillermo de Baskerville, para los que han tenido la suerte de disfrutar leyendo el Nombre de la Rosa, para los que no como si fuese Alejandro Magno, salvando las distancias, junto a Aristóteles. Siento no poder compartir más momentos diarios con él.

Este señor que está a mi lado, fue, junto con mi padre, quien me enseño lo que eran las nuevas poblaciones y me inculcó su amor por ellas. Estando yo en la escuela, dio una charla explicándonos el origen de Guarromán, de las colonias y la particularidad de nuestro nombre y nunca olvidaré que pincho una vena que nunca se me ha cerrado.

Hoy, con este sencillo homenaje, queremos reconocer la labor incansable que ha realizado para investigar nuestra historia, nuestras tradiciones, y por poner el nombre de Guarromán en boca de todos. Durante unos años en los que Guarromán ha estado cerrado a su historia y había dejado su sitio en el entorno cultural de las nuevas poblaciones, Jose María lo ha mantenido a contracorriente para que cuando yo llegué a la Alcaldía pudiera incorporarme a este magnífico proyecto que Águeda ha explicado sin que se notara nuestra ausencia durante este tiempo.

Por todo ello y por lo anteriormente expuesto, el Ayuntamiento de Guarromán quiere hoy reconocer en este sencillo acto la labor de José María Suárez Gallego con esta placa.

 

 

                               Alberto Rubio Mostacero

Alcalde de Guarromán

 

 

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DIARIO JAEN ARTICULO 30 AÑOS

 

ALCALDE, ERIK, JUANA Y CRONISTAAGUEDA ALCALDE Y CRONISTA CON PLACA

Presentación Homenaje Premio Caecilia a José María Suárez Gallego

ANVERSO Y REVERSO DEL PREMIO CAECILIA

ANVERSO Y REVERSO DEL PREMIO CAECILIA

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Los que merodeamos entre los asuntos de JOSÉ MARÍA SUÁREZ GALLEGO, Cronista Oficial de Guarromán y de la Mesa de Carboneros, sabemos que la Muy Ilustre y Noble Orden de Caballeros de la Cuchara de Palo, que se instituyó en 1983 en Guarromán, recogiendo el testigo de los colonos que poblaban las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, es un proyecto creado y sostenido por el empuje personal e ilusionante de Suárez Gallego, un ilusionista que también engendró los Premios Olavidia a través de la Fundación Margarita Folmerín, que él mismo preside y sustenta con su ingenio. A vuela pluma te diría que este señor de las letras, de la gastronomía y de la tertulia amena frente a un vaso de vino con solera, es un rara avis en este tiempo extraño que nos ha tocado vivir: hijo de un oficial del Ejercito del Aire, progresista, transgresor, y versado en la palabra hablada y palabra escrita, trabaja desde toda la vida en una entidad financiera, un mundo totalmente alejado de los universos literarios que él frecuenta.

Como aquellos nuevos colonos que poblaron la Sierra de Despeñaperros, cree firmemente en el derecho a la enseñanza, en el reconocimiento al trabajo de la mujer, en la democracia y en la libertad, de ahí que alce su cuchara de palo en señal de desafío, como hicieran durante la invasión napoleónica, aquellos pobladores venidos del Centro de Europa a su pueblo Guarromán, y a su segundo pueblo de acogida, Carboneros, donde pace y labora a diario.

Desde aquel lejano año de 1983, han sido galardonados con la Orden de la Cuchara de Palo,  por propugnar la concordia de los pueblos y la defensa de la Cultura Mediterránea: El pan, el vino y el aceite, personajes como  S.A.R. el Príncipe de Asturias,  el Nobel de Literatura, Camilo José Cela, el magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón Real, y el magistrado del Consejo del Poder Judicial Pio Aguirre, los periodistas Carlos Herrera, María Teresa Campos, Tico Medina, y Matías Prats –padre e hijo—. Los toreros Enrique Ponce, Curro Romero y José Fuentes. Escritores como el premio Planeta Juan Eslava y el escritor Salvador Compán. También se le concedió al ex presidente del gobierno Adolfo Suárez y a Joaquín Ruiz Jiménez. Actores como Antonio Banderas, Santi Rodríguez y Rosario Pardo. Al director de cine Miguel Picazo. Investigadores como Juan José Badiola. A los cantautores Juan Manuel Serrat, José Antonio Labordeta y Joaquín Sabina. El programa de RNE “Asuntos propios”. El programa “Anda ya” de la Cadena Cuarenta de La Ser. El periodista Carlos Santos de RNE. Al actor con Síndrome de Down, Pablo Pineda, el seleccionador nacional de fútbol Vicente del Bosque o al médico ginecólogo Santiago Dexeus, entre otros, que en su mayoría pasearon y disfrutaron por Guarromán y Carboneros.

Junto a la Asociación CAECILIA, que hoy le entrega el Homenaje CAECILIA, diseñó y elaboró las bases del proyecto “Camino Real. Hans Christian Andersen” que en 2010 se celebró y organizó en Bailén y la comarca, con asistencia del embajador de Dinamarca a nuestra localidad, proyecto que en la actualidad se ha diversificado en nuevos retos culturales en los que implicar a otras poblaciones próximas.

Colaborador habitual de la revista BAILÉN INFORMATIVO, del DIARO JAÉN, y Consejero de Número del Instituto de Estudios Giennenses, entre otros, su pasión se desboca por la cultura del aceite y por la gastronomía mediterránea, sobre la que promueve y dicta infinidad de conferencias y publicaciones, pues sabe que esa faceta de la cultura y la tradición, une a los pueblos y a sus moradores, por encima de otros conflictos. En colaboración con la Asociación General Reding de Bailén, hermana de CAECILIA, organizó la 1ª Recreación Histórica de Guarromán, y la 1ª Recreación Histórica de Entrada de los Colonos en Carboneros.

Filólogo libidinoso, gastrónomo sensitivo, historiador verosímil y locuaz, cronista empedernido, erudito comprometido, conversador divertido, lector meditabundo, es, ya lo dijo él de otro prohombre de la comarca, un personaje extraído del Renacimiento italiano y trasladado a esta comarca del norte de Jaén, para remover conciencias y látigo de las Instituciones, a las que provoca y obliga, como es debido.