Olavidia, Quesos y Besos.

En mayo de 2015, una encuesta realizada entre los usuarios de la web sobre viajes y turismo Hoteles.com, declaró que Guarromán fue votado mayoritariamente como el destino turístico menos romántico de España.”

             A principios del mes de junio de ese mismo año, el recién nombrado alcalde de Guarromán, Alberto Rubio Mostacero, me dijo que había un matrimonio interesado en poner una fábrica de quesos artesanos en Guarromán, y que querían que sus nombres estuvieran relacionados con la historia de este pueblo, que hablara con ellos y que como cronista oficial del municipio los informara de estos pormenores.

            Así ocurrió. Tuve una conversación con Silvia Peláez, ingeniero químico y perteneciente a una familia que tradicionalmente ha tenido ganado caprino, y la parte femenina de la pareja que quería emprender la fabricación de quesos en Sierra Morena.

            Hablamos de la peculiaridad del nombre de Guarromán, de su significado, de su historia, y de que debido a él se nos había “declarado el destino turístico menos romántico de España”, y que por eso yo opinaba que en Guarromán se debería de hacer una “gastronomía guarromántica”, que no es otra cosa que ser romántico en Guarromán. Propuse para la empresa el nombre de “Quesos y besos”, y así sus quesos podrían ser objeto de regalo romántico también. Lo cierto es que en la actualidad “Guarromántico” ya es un exquisito queso de esta empresa, que se elabora añadiendo cuajo tradicional a la leche cruda de cabra.

            La empresa puso en marcha todos los trámites burocráticos. El matrimonio Paco Romero y Silvia Peláez debatieron con sus familiares la “locura” del nombre propuesto por el cronista de Guarromán (más propio de un local de alterne de carretera, como nos reconoció Paco Romero al recoger el Premio Nacional Cuchara de palo 2019 ). El hecho es que registraron el nombre como marca, se establecieron en una nave que acomodaron para tal efecto en el Polígono de Los Llanos, de Guarromán, y comenzaron su actividad de producción de quesos con leche de cabra.

            En el año 2017, Guarromán y todas las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena fundadas por Carlos III en el siglo XVIII, bajo la dirección del intendente Pablo de Olavide, celebraban su 250 Aniversario (1767-2017), y se habían preparado muchos actos para conmemorarlo.

            El primer queso de Quesos y Besos se llamó” Olavidia”, como el territorio que abarcaban las Nuevas Poblaciones en las que se integraba Guarromán, y en homenaje a este 250 Aniversario y a Pablo de Olavide, su impulsor.

            El queso Olavidia fue declarado como el Mejor Queso Absoluto en el Gourmet Quesos 2018, es decir el mejor queso de España de 2018 en todas las categorías, premio este último que repitió en la edición de 2019. En 2020 Olavidia fue Medalla de Plata en el World Cheese Award 2019-20, celebrado en Bérgamo (Italia).

            Hace unos días en Oviedo el Olavidia de Quesos y Besos ha conseguido ser el Mejor Queso del Mundo en el World Cheese Awards 2021.

            Todo lo demás que hay que añadir a este relato se llama tesón, corazón, entusiasmo, ilusíón, confianza, trabajo, trabajo, trabajo… de Silvia Peláez y Paco Romero, y viceversa. El mismo espíritu que pusieron los colonos que trajo Carlos III a esta Tierra de Olavidia en el siglo XVIII, y que Silvia y Paco, como colonos del siglo XXI, han escrito en una metáfora hecha queso que se llama Olavidia: Una línea de ceniza de aceituna marca la frontera entre el Jaén que duerme sus glorias y el Jaén que se levanta frente a su futuro.

            Nunca hubiera imaginado nuestro “poeta cabrero”, Miguel Hernández, que las piedras lunares sobre las que se levantara Jaén estuvieran hechas de leche de cabra y ceniza de huesos de aceituna sobre las que resucitar como el Ave Fénix.

            Nunca hubiera soñado Pablo de Olavide que a Sierra Morena vendrían unos colonos de la Sierra Sur como Silvia y Paco. ¡Muchos quesos y besos guarrománticos para vosotros, inmejorables colonos de la Olavidia del siglo XXI!

© José María Suárez Gallego

https://www.quesosybesos.es/

Publicado en Diario JAÉN el viernes 12 de noviembre de 2021

Premio Cultura Gastronómica

En la vid, el trigo y el olivo se encuentran las raíces de la cultura del Mediterráneo

Recibir un premio siempre gusta y te anima. Sobre todo, cuando viene desde una institución como Diario JAÉN y se entrega en la comarca en la que vivimos y trabajamos por ella, en Sierra Morena.

Son municipios que están implicados en la historia de la Cuchara de Palo: Guarromán, por el nacimiento de la orden; Carboneros, donde entregamos nuestros premios en los últimos cuatro años, y La Carolina que es donde se celebra el acto gastronómico de los premios de La Cuchara de Palo”.

Estas son las palabras de José María Suárez Gallego, cronista oficial de Guarromán y presidente, maestre prior de la Muy Ilustre y Noble Orden de los Caballeros de la Cuchara de Palo, que recibe el Premio Cultura Gastronómica.

Añade que recibir el galardón Reino de Jaén le supone una doble satisfacción, “por ser premiado en la comarca en la que surgió la Orden, que se apoya en la historia de los colonos que vinieron en el siglo XVIII”.

Suárez Gallego recuerda que la protohistoria de La Cuchara de Palo surgió el 24 de diciembre de 1983 en Guarromán. Un grupo de amigos nos reunimos a comer el almuerzo del día de Nochebuena de forma fraternal. No éramos parientes pero sí formábamos una familia en nuestros trabajos cotidianos en Guarromán, de ahí que eligiéramos la comida de un día tan señalado para reunirnos, reservando la cena para la llamada familia de sangre. Pero, como él, además, es cronista oficial de Guarromán, en una investigación que hizo en el Archivo de Simancas localizó un documento en el que el superintendente de Carlos III, Pablo de Olavide, mandó que los alcaldes pedáneos se eligieran el día 24 de diciembre a las tres de la tarde.

Eso coincidía con lo que nosotros, sin saberlo, veníamos haciendo”, precisa José María Suárez Gallego. Realmente, debía ser una fiesta, apostilla, ya que la matanza estaba recién hecha; la cosecha de aceituna, que en el siglo XVIII era mucho menor que la que hay ahora, estaba acabada e, incluso, el vino de la uva vendimiada en septiembre, ya estaba en su punto.

Si se unen estos aspectos, aquellos colonos que iban a la casa del alcalde saliente, se quedaban a comer allí. Cada cual portaba su cuchara, que era de palo. Cuando los franceses intentan suprimir el fuero otorgado por Carlos III, los colonos reivindican sus derechos forales, y uno de ellos era no ir al ejército, levantando sus cucharas de palo, las que llevaban para elegir a sus alcaldes.

Toda esa historia se hila y permite que el 10 de marzo de 1990 naciera la Muy Ilustre y Noble Orden de los Caballeros de la Cuchara de Palo, sin otros fines que defender la cultura del olivo, como árbol de la paz, y defender el santo y seña de nuestra cultura gastronómica que es el aceite de oliva virgen extra”.

En este caso, la defensa del aceite y del olivo la hacen con la cuchara de palo.

Fuente: Real Asociación Española de Cronistas Oficiales

José María Suárez Gallego, Premio a la Cultura Gastronómica, de Diario Jaén