Inevitablemente azul,
naces azul,
vives azul,
mueres azul en el centro de mi pecho, sin el corazón por última vez vivido, cuando a primeras horas de la tarde los ocres queman mis alas y la emoción se va.
Inevitablemente azul para soñar tu sonrisa llena de azules.
© José María Suárez Gallego